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sábado, enero 02, 2010



Me desennumero. Son sus manos (otras manos) el hilo que deshizo juegos a tres, que derrotó los laberintos amados. Fue hermosa la boca del Abismo cuando nos descifrábamos, primero de dos en dos, luego inventando otros tableros.

¿Recuerdas? Damas y alfiles danzaron ante nosotros.

Pero me desennumero, sin culpas, sin porqués.
Llegó la hora de ser sólo Alicia, de nuevo.




Imagen: Nicola Ranaldi

domingo, octubre 25, 2009


Repito juegos. Una y otra vez repito juegos. (Otra tres). Nuevo rostro, nuevas manos, ante mí, visible. (Sí, otra tres). Tan cerca que hiere, corpórea ante el mundo. Yo soy la que no es, la innombrable, la que ciega sus ojos, hija sin treguas. Parimos círculos tres por tres. Pero yo ganaré esta batalla. Sí. Esta vez sí. Esta vez sí. Soy (por ti) la invencible. 



Imagen: Jam Abelanet

sábado, mayo 30, 2009



Siempre a tres. Juego tras juego, siempre a tres. Otro no-nombre, otra Ella. Pero yo sigo siendo la escondida, alimentada en sombras, dueña de refugio espurio. Él, que ya es otro Él, repite la misma tirada. As y reinas, reinas y as. Y nosotras atentas, bebemos su luz, el agua que nunca sacia. ¿Y después? ¿Y hasta cuándo? ¿Y por qué? Copia de lunas. Dos por dos: tres.




Imagen: Ellen Von Unwerth

viernes, marzo 06, 2009


Repetidos reflejos. Arquetipos. Una historia dentro de otra historia que nació a su vez de otra. Otro nombre dentro de otro nombre que a su vez fue hijo de otro. Las mil y una sombra de la sombra, a su vez sombra de otra. El diente que se muerde a sí mismo.



Imagen: Ragnar Gischas

lunes, febrero 02, 2009



Uso tus gestos con él, coreografía de lunas en mis manos, deudora y alumna fiel de tu luz. Su piel derramándose en la mía, rumoroso río de fiesta dulce. Tal vez Ella, como yo, ensaye tus ritos con otro, presas libres de tu boca vanidosa, cauce que se desboca en la ausencia, trampa gris de cazador burlado. Ahora jugamos a cuatro manos, a la apuesta más fuerte. Descifradando sombras, signos, miradas.


Imagen: Ellen von Unwerth

lunes, diciembre 29, 2008

¿Quién fue pasado? ¿Cuál de las dos? Somos en él, sólo por él, hojas del árbol oscuro, fruta que se desgaja en su cuerpo. No sé tu nombre ni tú el mío. No importa. ¿Quién será futuro? Tal vez ninguna de las dos.

Mares de palabras,
palomas germinando,
la no-luz brilla aún entre nosotras.




(Air, Mer du Japon)

viernes, noviembre 21, 2008


Pasa el tiempo. Parece que ya no, pero vuelves. Parpadean tus manos y lo atrapas. Una puerta, dos bisagras opuestas. Dos espinas y un solo nombre. Y pasa el tiempo y aún duele. Parece que no, pero aún duele. Se enquista en el vientre la sal de otros mares. Recojo sombras, apilo instantes, la fugaz presencia del arrebato. Un espejismo detiene el tiempo en la hora de los recuentos. Comparto la inmovilidad de su mirada en nuestros cuerpos, la palabra que penetra en la noche como en una cavidad que aguarda, los labios como cuencos encendidos, la genuflexa voz que pide más. Una pregunta no dicha invoca el pie que se lame en la lengua de la mujer alfombra. Nunca será pronunciada, pero un murmullo desde el linde del abismo se interroga [¿Nos merece?]. No respondas.




Imagen: Walmont

miércoles, noviembre 05, 2008



Mueves tus piezas. Cada vez más cerca, acontando espacios, marcando este territorio transparente. Yo miro desde lejos, observo la jugada, mantengo la compostura. Me queda aún alguna carta en la manga, un as tramposo que me devuelva sus pasos. Recuerda: Dos no es sólo un número. Existe un tiempo llamado derrota pero yo acuno relojes en regazos oscuros.




Imagen: Jam Abelanet

miércoles, octubre 15, 2008



Se confunden los nombres, los rostros. ¿Cuántas ellas fueron ella? Delimito márgenes, parábolas sucias de palabras perdidas. Éste es mi lugar, tú (la sin nombre, la sin rostro) quedas fuera. No quiero ver tus ojos. La noche es tan cálida en sus manos cuando aparto tus ojos. Tiresias me ofrece el último canto, alza las manos al vuelo, se desvanece en un círculo de abismos.



Imagen: Jam Abelanet

sábado, septiembre 13, 2008


Hoy eres tú la que esperas. Cuencos oscuros tus manos, nada contienen mientras danzo para él. Parpadeas pero son sus ojos míos. Ningún canto lo aparta de mí. Al menos hoy, al menos, ahora. Húmedo destello me envuelve, me arrastra río arriba. Mañana, tal vez mañana, de nuevo sean cien mares su voz y nosotras salados hilos de este laúd caníbal que nos devora y resucita.



Imagen: Andrzej Jurczak

viernes, julio 25, 2008


Te vas tras cualquier abismo, no importa su nombre. Y yo lo sé. Te veo partir hacia esa nueva luz, siempre otra luz, y luego otra. Y te aguardo, con la víscera a flor de piel, pero te aguardo. Y me callo. Ella, la que estaba antes que yo llegase, también calla. Te busca discretamente pero calla. Invocamos a Lot. Aguardamos.






Imagen: Natalie Shau

viernes, julio 11, 2008


Un nombre. Cualquier nombre. Una máscara cóncava, fagocitándonos. ¿A quién ve? ¿A ti o a mí? Así siempre fue el juego y lo sabíamos. Aceptar espejos rotos, deconstruirse. Fuego contra fuego en nuestras manos. Preguntas que jamás se formulan en voz alta. Lo único cierto es que para él, todas somos Lena.




Imagen: Helmut Newton

sábado, julio 05, 2008



Aguardo mi turno. Detrás de ella. Tú, en un clónico artificio, fraseas la misma melodía. Do Do Re. Y sé que ella bebe cada palabra, bendita palabra para prurificarse en ti, cuando la entrega es sólo flor oscura. Y aguardo. Aguardo mi turno, contando lunas, germen de espinas, obediente.



Imagen: Jerry Shatzberg

martes, febrero 26, 2008


Tú no sabes que yo sé, pero yo sí sé que tú sabes, no su nombre (mi nombre), ni mi rostro, ni mi cuerpo suyo. Yo tampoco te conozco. Sólo te leo a través de sus ojos, de saberte escogida espina entre mil espinas. También yo lo fui cuando sus manos tañeron sonidos nuevos en mis ojos, dueño de sombras, señor de la cara oculta.
Hijas somos del deseo
..................... y cabalga su nombre sobre nuestras bridas.




Imagen: Steven Speliotis

lunes, enero 28, 2008

Dos por Dos


Sigues hablándome de ti aunque con una cierta prevención, pero poco a poco deshago tus defensas y te muestras. Algún que otro sentimiento se desgrana entre tus dedos. Yo intento parecerme a él, a su parquedad, a su estoico porte, como si todas las cosas de este mundo le fuesen por demasiado conocidas, ajenas. No te pregunto por él, eso no, no puedo hacerlo. Sé que cuando nombre a tu dueño huirás para siempre y no, aún no, debes quedarte un poco más. Necesito saber cómo eres, intuirme a través de ti, descubrir los misterios que nos hicieron suyas a ti y a mí. Contengo cada palabra como una presa programada. Y te digo hasta pronto, ha sido un placer y tú (como era de esperar) me contestas que para ti también y escondo mi sombrero en esa entraña conocida.



Imagen: Jeffery Scott

lunes, enero 21, 2008

Celos


Me cuentas tus cosas, me hablas de tu tierra. Te intuyo fuerte, serena, altiva, y entiendo que él esté contigo desde hace tanto tiempo. Hablamos máscara sobre máscara, fabricando a prisa caparazones. Tú me cuentas tu vida, ajena a mi engaño, porque tú no sabes que yo soy la otra. Te imagino a su lado, enredada en esa sonrisa suya, en esas sus manos dulces. Y yo que también lo comparto con otros, aun así, sin derecho, sin excusa, siento celos de la víscera que te nombra.




Imagen: Igor Amelkovich