Gira la rueda, cansina, tozuda y pertinaz. Fortuna me guiña un ojo, se burla satisfecha en su propio laberinto. En mi laberinto. Reyes destronados, ascensos y catástrofes. Arriba, arriba. Abajo, abajo. Puzzle incompleto, mandalas de brazos caídos. Ella, coronada, reina de destinos, suplicas. Pide lo que quieras, te dará lo que le parezca. Dime de lo que presumes, ¡cuerpo a tierra!