Se confunden los nombres, los rostros. ¿Cuántas ellas fueron ella? Delimito márgenes, parábolas sucias de palabras perdidas. Éste es mi lugar, tú (la sin nombre, la sin rostro) quedas fuera. No quiero ver tus ojos. La noche es tan cálida en sus manos cuando aparto tus ojos. Tiresias me ofrece el último canto, alza las manos al vuelo, se desvanece en un círculo de abismos.
Imagen: Jam Abelanet
18 comentarios:
¿Una cerveza? Esta vez invito yo, querida mia.
Buena compañía, la de Tiresias.
Casi dejaría a la sin nombre formar parte de ese todo.
Hasta el infinito y más allá
hermoso...besos.
Tiresias...hummm... qué influencia mitológica tenía ese ser ahora no lo recuerdo bellas palabras, preciosa imagen y mi saludo!
Si, ellas y siempre la misma. Y si fuera ella que cantaba el otro. Pero es que siempre es ella. Siempre ella.
Cuando nombras un rostro, y se te hace familiar, es difícil dejar de ver los ojos de esa persona... difícil pero no imposible.
un blog que dan ganas de leer :)
Muchos besos!
Cuando un rostro resume todos los rostros, lo más probable es que también nosotros hayamos recibido el castigo de Atenea. Qué injustos los dioses. Ahora bien, nunca creas las charlatanerías de adivinos y otros oráculos. Todos, sin excepción, están ciegos.
Un abrazo.
Tiresías... mago...
uno en todo..
besos
Todos somos muchos y aveces queremos ignorarlo...
Un placer leerte y sentirte (con tus sugerentes imágenes). Saludos desde Madrid, tienes un mundo muy peculiar.
¿Y si fuesemos desechos de hielo antigüo' La luna caería como una espada sobre nosotros, y asi, cerca, podriamos viajar a la atmósfera como estándares nobles.Besos encanto
Los abismos están en el precipicio de cada uno, en la oscura lejanía del precipicio de nuestro interior. Me encantó
Saludos
hala!!
Eso lo hago yo, es muy fácil.
Digo lo de la confusión.
Saludo
No siempre, pero a veces todas las ellas son la misma ella. Se persiguen mútuamente en la oscuridad y la Tierra girando y girando, y los años pasando y emborronándolo todo..
Y yo -como siempre en esta serie- insisto en que ellas deberían hacerse amigas, casi hermanas de tanto que se parecen aunque habitualmente él no lo quiera ver.
Madre mía... me sigues poniendo los pelos de punta con tus Dos por Dos, Sintagma...
Abrazo grande.
:)
Dejara de llover...quizás, algún día.
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