Tú no sabes que yo sé, pero yo sí sé que tú sabes, no su nombre (mi nombre), ni mi rostro, ni mi cuerpo suyo. Yo tampoco te conozco. Sólo te leo a través de sus ojos, de saberte escogida espina entre mil espinas. También yo lo fui cuando sus manos tañeron sonidos nuevos en mis ojos, dueño de sombras, señor de la cara oculta.
Hijas somos del deseo
..................... y cabalga su nombre sobre nuestras bridas.
Imagen: Steven Speliotis
21 comentarios:
DIOS!!! ME ENCANTA ESA FOTO!!!
Hum... Curioso.
Un beso misterioso.
Somos tantos como distintas miradas nos observan...
Foto y prosa sugerentes...
vaya par de jakas...
espina entre mil espinas
Tantas veces somos alguien sin nombre habitando la sed de una mirada….tantas veces somos aroma en las espinas de un rostro…tantas veces somos la cuerda que ata y el deseo de ser cautiva, todo en el mismo nombre, o en su nombre o en la ignorancia de saber quien se oculta detrás de cada mascara.
Un abrazo.
Hijas de su deseado nombre...
¡Cuánta verdad!
Besos.
A mi me gusta tener las riendas.
No lo voy a negar.
vos siempre con esas fotos tan bonitas :) jaja
Bonita y sujerente entrada, un placer verla y leerla, un beso
si que mola la foto, siiiiiiii
Excelente fotografía. El blanco y negro es el mejor color, en singular. El texto es inquietante. Sé lo que tú no sabes. ¿lo sé?
Sabias palabras de quien ya sabe y a la vez, o precisamente por ello, llena el espacio de misterio.
Un texto hermoso y profundo.
Esta serie de ellas dos me encanta. Y sigo pensando que deberían acabar amigas del alma :)
Nada que ver con el post: ¿has sacado fotos de Oxaca? Versos?
Donde estan?
Besos
que bello texto, lo he leido hasta con la piel.
Tremendo el deseo y tremendo el mondo de contárnoslo.
Y una deja volar la imaginación ...
Ahí, ahí... en esos dos últimas líneas está la clave de la naturaleza humana.
¡Qué bueno, Sintagma!
He terminado de leer e inmediatamente me ha venido a la cabeza un texto tuyo anterior. Recordaba la imagen que lo acompañaba. Me he ido hacia atrás... y ahí estaba. Y su título coincide con el nombre de la etiqueta de éste.
Así que... creo que sé lo que dices. ;)
Un besazo. :)
Ah, esa compulsiòn a pertenecer y asombrarse, para sucumbir, medianoche de seda y alcohol en la herida; alejarse a reconstruir los andamios del cuerpo y abrigarse nueva en la piel de'ese otro'; supliciante deseo de pertenecer y abismarse...¿me puse circular? Es la medianoche de seda herida, o no sé.
Me gustò leer su texto, autor/a. Gracias por tamaño agrado.
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