sábado, agosto 18, 2012


Tu boca me acoge como fruta dulcísima.

Soy racimo ofrecido en tus manos altivas.


(...)

Nadie supo antes de tus dedos fugitivos,

a nadie daré cuenta de ellos

cuando me vaya.

Serán mis muslos ábaco de la memoria de tu tacto,

pie arqueado en un gemido

cara y cruz de juego no marcado.



(Fragmento de: De ti y de mí, en Las mejores historias de amor, ed. Pigmalión, 2012. Coord. Antonino Nieto)


Imagen: Martín Toyé

4 comentarios:

efe dijo...

Un hermoso recuerdo entre dos.

Saludos

Clementine dijo...

Pie arqueado en un gemido. Wow

coco dijo...

¿Te he dicho hoy que me encantas?

Osselin dijo...

Despues de leerte y releerte todos estos años, tanto online como en papel, después o más bien de repente, he visto en el esqueleto de tus palabras al joven Borges con una sonrisa tan irónica como elegante. No sé si voy errado ( o quizás voy "herrado" ¡ja, ja!)
Salutacions.