Aguardo mi turno. Detrás de ella. Tú, en un clónico artificio, fraseas la misma melodía. Do Do Re. Y sé que ella bebe cada palabra, bendita palabra para prurificarse en ti, cuando la entrega es sólo flor oscura. Y aguardo. Aguardo mi turno, contando lunas, germen de espinas, obediente.
Imagen: Jerry Shatzberg
16 comentarios:
Como dios manda, ni más ni menos ;)
Son las dos caras de la moneda con que él pacta con la vida. La una sin la otra no podrían existir.
aguardo mi turno
sin perder la paciencia
... sin distraer ilusiones pero sin olvidar las espinas
inventando tiempos y músicas
... fingiendo que no será oscura la flor que al final espere
alrededor de ella una mujer aguarda
junto a ella
pese a ella
me gusta el modo en que lo que importa es lo no dicho y sin embargo hay música
besos desde atuán
A veces los turnos son para quebrantarlos...
Aguardar es prudente... hasta cierto punto. Pasado el mismo, hay que dejar de respetar el turno establecido o cambiar de cola. Aunque, a veces, lo sé, nos resulta imposible hacer lo uno u lo otro.
Abrazos.
¿merecerá la pena la espera?
Imagino la escena. Como las lobas
bajo la luna; una a una.
Un beso.
Ven, que hoy curro de turnomatic y te cuelo. De nada, querida, de nada.
Interesante desenfado Poetico. Saludos desde Madrid
Palabras benditas las tuyas, sin duda.
Ahora que está de moda lo afeitado... ¡vaya par de tupidos sexos!
¿Hay una cosa mejor que hacer ante su ausencia que esperar y contar lunas?
¿Aguardar mi turno, detrás de ella?...yo prefiero colarme
Delicioso poema en el que se refleja la sumisión amorosa. Saludos cordiales.
yo también aguardo mi turno, lo quiero pronto, en ti y contigo lo quiero sonrisa lo quiero bienestar, lo quiero paz, lo quiero tranquilidad y afecto
mientras desde aquí ya te beso
Aguardar,
guardar el silencio
y la amplitud
en una cueva de ansiedad.
Saludos
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