viernes, septiembre 24, 2010



Renuncias a tus nombres,
te borras,
desaparece toda huella de ti,
de lo que fuiste.
Tierra quemada

que alimenta tristezas
en la garganta de la noche.


Y un pájaro gris
.........................te sobrevuela.




(de Mares online, Ed. Sial, 2008)


Imagen: Carl Warner

6 comentarios:

RAB dijo...

Bueno sería que supiera el que abandona, que más se abandona a si mismo que al que deja. El abandono siempre trae pájaros grises. Y generalmente son nocturnos. Traen el agüero de la mutua soledad. ¿Quién será más iluso, el que abandona o el abandonado?

ralero dijo...

La melancolía por uno mismo siempre vuela bajo y en círculos.

Este es un pedazo de poema. Me gusta a rabiar.

Madame Vaudeville (Chus Álvarez) dijo...

Siempre leo y casi nunca sé qué decir... hoy tan solo un "me encanta". Besos.

**kadannek** dijo...

Cuando todo nos abandona, nos abandonamos a todo, supongo que ha de tratarse de un intento desesperado y/o esperanzado por recuperarse a sí mismo.

Buenas letras, muy buenas.

algundiaeshoy dijo...

Corazón, ¡cómo me pone leerte! Contigo debe ser nada o TODO.

Eria.. dijo...

Este poema es tan inquietante,,,