viernes, noviembre 03, 2006

sal



Ruge el mar que no se ve,
su sal antigua
trae un nombre en las escamas de la noche.
Mar presentido calzando aletas de deseo,
alza el vuelo y se derrama,
latido de playa que se desnuda,
impúdica flor de medusa que deshojo.

en Poética in Blue

5 comentarios:

El detective amaestrado dijo...

Esas aletas de deseo llegaron incluso a salpicarme al leerlas

Anónimo dijo...

Me duele el sabor de no saberte.
Quiero saber a qué sabe la sal de tu cuello.
Que me empapes de sal las comisuras.
Pestañas de palmera meciendo alientos de sal.
Sal de ahí, ven, que te voy a entrar mi sal.

José Manuel Martínez Sánchez dijo...

Muy buenos esos versos, mis sinceras felcitaciones. Pasaré más por aquí.

El mar es siempre un lugar de inspiración , tanto el mar que vemos, como el que no se ve, es decir, nuestro mar interior.

Saludos, Josema.

LOLA GRACIA dijo...

la sal antigua, siempre propensa a derramarse en todas las escamas del mar.
Qué imágenes, chica...Qué bonito en tan pocas palabras

Anónimo dijo...

Es curioso, aldedor de dos tercios del oro extraido desde la antigüedad, se halla en el fondo del mar....
Cuidado con los naufragios....

Besos de Robinson.