"Sus ojos son otros ojos y guiándome por ellos, soy yo
una Alicia que salta al otro lado del espejo, ajena ya a cualquier antídoto.
Tras lamer el pie derecho, sigo con el izquierdo, con la misma lentitud y
devoción que el primero, alargando el ritual todo el tiempo que me es posible.
Cada uno de los dedos me penetra, haciéndome suya y saberlo dentro de mí me
glorifica, me eleva a un estatus superior, me hace digna de Él. Luego, coloco
cuidadosamente el pie en la sábana como un objeto sagrado. Permanezco
acurrucada durante un momento, reposando mi cabeza en la cama, justo un poco
más abajo de sus pies, arrodillada aún en un suelo que se hace presente en un
leve dolor que me recuerda mi postura y lo que soy. Coloco mis manos, una a
cada lado de mi rostro, describiendo un paréntesis de aceptación. Soy Alicia
entre paréntesis, como un collar virtual en tres dimensiones, como un homenaje
a quien me arranca lejos de mí misma. "
Imagen: Charles Malinsky
En: Alicia en Penumbra. Historia de Perra Negra, en Amazon
3 comentarios:
Magnífica lentitud.
Abrazos
Francesc Cornadó
Querida Alicia,
ni un país de maravillas te llegaría nunca a la suela del zapato. Tú vales mucho, mucho. (Como las chaquetas de piel, piel).
Coco! Qué alegría saber de ti.
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