jueves, febrero 18, 2010
TUS OJOS no son pan
ni tienen el color de la quimera.
Tú eres tardes que comparten sombras,
espigas ansiosas floreciendo en las manos.
Nunca fuiste hambre construida en la pena,
ni deseo atrapado en las prisas de la noche.
Yo siempre te esperé sabiéndote,
como sabe la sintaxis
explicar una frase.
Tu voz fue oráculo voraz de los días,
para mí siempre presente
mientras surcabas laberintos
y yo no era ni el minotauro
ni Ariadna,
sino el vuelo del ave
que conoce el camino de vuelta.
Mis alas marcaban el lugar preciso,
la hora fijada,
ajena ya a la duda y sus presagios.
Sé muy bien quién eres,
a pesar tuyo, lo sé.
Pero todo es tan simple
como que el mar trae tu nombre
y al mar me doy.
(De Mares Online, Ed. Sial, 2008)
Imagen: Roy Stuart
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14 comentarios:
Todo es tan simple y tan bello en la poesía lograda, antes de ella no había nada. Un abrazo
tanta sabiduria da miedo...besos
Cualquier cosa que dijera sobre el poema, sería una obviedad y una simpleza.
Basta con leer y dejarse llevar.
De una belleza sencilla y abrumadora. Un placer como siempre viajar en tus poemas. Besos
Bueno es que de cuando en cuando regresen también aquellas golondrinas que refrenaban su vuelo.
Abrazos.
Mira que me gustas...
Ya te dije: no es pasión, pero lo tuyo es de lo mejorcito de la internete.
... te leo hace tiempo, y vuelvo cuando necesito quedarme muda de palabras.
La importancia del mar...
Hola! Entiende este comentario como una muestra de gratitud por el afecto recibido por ti. Te ofrezco las flores de mi jardín.
Hummm
Yo me he quedado hambriento de pena. Sediento de pena. Quiero beber un mar de pena.
Gracias por este espacio que siempre es un remanso.
Saludos desde Madrid.
en Cabaret, el filme, cantan una canción que dice algo así como "si todos la vieran con mis ojos..."
Pues eso: ya me gustaría a mí que todos me vieran con los tuyos.
Este blog está en carne viva. Un abrazo.
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