sábado, enero 23, 2010


¿Qué fue de todo lo que construimos? ¿Dónde fue a parar la luz de los días, las palomas naciendo de mis manos? Ahora recuento sumas de no-gestos, indiferencias. De todo este tiempo, ¿nada quedará de mí? Será como desandar tu vida, perfil de sombra. A tu sombra. Sólo una sombra alimentando olvidos.



Imagen: Aaron Hawks

16 comentarios:

ee dijo...

A veces es mejar abrir la ventana u que nuestro corazón se inunde de luz.
Un saludo.
efe

ralero dijo...

Que duro comprobar que todo -es decir, nada- consiste en el germen no nacido de una ruina. Por tanto, mejor arrancarse el cerebro -aunque a veces es algo imposible; memento mori.

Abrazos.

Camille Stein dijo...

dónde
las palomas
caídas
dónde
la luz
que alumbraba
las manos
dónde
el tiempo
vencido

-bicos

El Drac dijo...

Algunas personas son así, acaban una relación y ni se acuerdan de nosostros ¡¡¡yo no puedo!!! siempre me queddo mal herido, cojeando!!

mooni dijo...

Un placer descubrirte

dintel dijo...

Pero que sean olvidos de verdad...

Josué dijo...

Ese poema de Camille Stein, estas palabras tuyas, hablan hoy por mi mejor que yo mismo. La vida es el libro de las deserciones que nunca podremos abstenernos de leer y cuya última página es, siempre, la nuestra. Y siempre esa pregunta de Camille, que podría redondearse como un por qué. Esta noche mi corazón habla desde tus palabras, Pura. Y no sabes cuánto lo agradezco...

Vasdelao dijo...

Construir al borde del abismo.
Recalificar espacios protegidos.
Especular con afectos añadidos.
Hipotecar el sentido y la ventura.

Que lección nos da la economía
Construir sin plano sin cimiento.
Poner puertas al campo.
Muros al vano presagio de un sufrir en el ensueño.

MaLena Ezcurra dijo...

Quedará la memoria ardida.


Un placer perderme en tus letras.


Un abrazo inmenso Pura.

Angel Castillo Fernández dijo...

Un día el amor se acabó y las palomas de tus manos se quedaron sin cielo.

Mallén dijo...

Esas sensaciones de agónica ausencia son las peores... Ojalá vuelva el anhelo y la esperanza a tu vera pronto, Sintagma. Un beso!!!!

Osselin dijo...

Siempre queda el recuerdo. La cicatriz. O la herida ulcerante. O la sombra, tienes razón, una nube de sombra Salutacions.

**kadannek** dijo...

Sé que no se acuerda de mí, ya que como hace 2 años -o más- que no nos visitamos, pero esta tarde me encuentro con tamaño trabajo! hay una delicadeza grave en sus palabras, algo que acusa sombra en nosotros, que trasmite un dulce sentimiento de nostalgia.

efe dijo...

Siempre queda un poso en el alma pero no lo sabemos guardar.
Saludos.
efe

daniel rico dijo...

Excelente, me recordo el cuento de Kipling: ENTREGADOS AL BRAZO SECULAR.

Saludos!

juliosantiago dijo...

La
mancha
de
la
mora
con
otro
moro
se
quita...