domingo, noviembre 19, 2006

el Bien y el Mal

Eva ya no podía más. Aquel paraíso era realmente aburridísimo. Desde hacía algún tiempo no dejaba de pensar en lo interesante que sería ver otros lugares, explorar otros rumbos. Tal vez había más adanes y evas en otra parte y hablar con alguien más que no fuese el vago de Adán no le vendría mal. En ese momento se dio cuenta de que estaba recostada bajo aquel precioso manzano. Era el árbol al que Dios había llamado "Del Bien y del Mal". Hay que reconocer que Dios puesto a inventar nombres era único y éste le había quedado de película. De pronto, una idea malévola asomó por la cabecita de Eva. Recordaba las palabras de la serpiente cuando le contó que si comían del fruto prohibido un mundo nuevo se abriría ante ellos, que ella sería la pionera, la gran heroina que haría evolucionar a la humanidad hacia una nueva era en la que reinarían los Armani, el Channel nº 5, los culebrones o los chats. Aunque todos eses términos le eran desconocidos, Eva tenía una gran capacidad de imaginación a pesar de ser una mujer tan poco viajada. Claro que todo aquello sería duro al principio, pero a fin de cuentas valdría la pena intentarlo. Cualquier cosa antes que ver todo el día a Adán contemplando las florecillas con esa cara de pasmarote. Es que además, mira que tenía poca conversación el pobre. Lo más emocionante a lo que se dedicaba ahora era a las carreras de caracoles y eso ya no se podía aguantar. Sí, Adán estaba bueno. De acuerdo. Pero Eva cada vez se aburría más haciendo el amor con él. Siempre lo mismo. Se tenían ya muy vistos. Seguro que existían otras maneras de gozar. Algo que fuese más morboso, sin rutinas. La serpiente le había hablado del lado oscuro. La sola idea de que eso existiese le excitaba muchísimo. Qué bien sonaba eso de "oscuro" a sus oídos, fuese lo que fuese.

Eva se levanto y sin pensarlo más estiró el brazo para tomar una manzana de aquellas con su mano. Escogió la más bella. Si se rompía el pacto, que al menos fuese con la fruta más apetitosa. La apartó del ensimismamiento el canturreo de Adán. Eva sonrió maliciosa. Se fue acercando lentamente hacia el hombre, balanceando su hermosa cabellera negra al ritmo de sus caderas. Adán estaba absorto haciendo montoncitos de tierra que coronaba con un palito que luego él mismo deshacía con la palma de la mano. Mira que es simple el tío, pensaba ella.

Eva le tendió la manzana a su cuchi-cuchi. Él al principio dudó, tampoco durante mucho tiempo, pues no era pesona de grandes preocupaciones filosóficas (por decirlo de una manera un poco eufemística); así que siguió el ejemplo de Eva que ya había dado el primer mordisco...

El resto ya lo sabéis. Que si la ira de Dios, que si rayos truenos y centellas, que si el ángel-segurata que los acompañó hasta la puerta del paraíso. Vaya, lo típico que hace Él en estos casos. Parafernalia y mucho teatro. Jo, qué gran actor hubiese sido. Por fin, se abrieron las puertas. Eva sintió que el corazón se le aceleraba. Ya no había marcha atrás. A lo hecho, pecho. Respiró hondo, tomó de la mano a Adán que el pobre aún estaba temblando y dieron el primer paso hacia lo desconocido...

Dios, desde un rincón del cielo, los miraba marchar. Ya era hora que se hubiesen decidido. Pensó que menos mal que había creado a la mujer distinta al hombre porque si no ya se veía toda la eternidad con esos dos viviendo de gorra a su costa hasta el fin de los tiempos. Guardó el disfraz de serpiente en el armario y dio gracias a sí mismo por el trabajo bien hecho. A partir de ahora, seguro que todo sería muchísimo más interesante.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué "joía"!.

Ya te enseñaré mi versión rimada sobre este mito que curiosamente tiene bastante que ver con tu idea, (muy lógica por otra parte).

Besos exiliados.

El detective amaestrado dijo...

Coincido totalmente con tu teoría, me parece bastante acertada...Menos mal que Eva picó, porque si no, vaya aburrimiento, todo el día en el paraíso...

Anónimo dijo...

Ja, todavía me estoy riendo, Me encanta tu fina ironía y el desparpajo de Eva...sí señor, si nosotras no damos el paso para el cambio nuestros Adanes se quedan mirando los caracoles. Un beso
(Me quedo con Agosto en el cuerpo. Me identifico vivamente con "Silencio impío" (tengo un poemilla titulado "Delgado silencio" muy similar) y con "Las otras". Qué grades dosis de vanidad hay en el amor-pasión y en el amor erótico. No se puede d'evitah, como dirían por ahí.

quantum dijo...

Que siempre tengamos una manzana a mano contra el aburrimiento. Y una mano con una manzana...

pazzos dijo...

Los paraísos existen para perderlos.


En el texto bíblico original la manzana era un higo. ¿Qué traidor traductor censuró el fruto?

Ángel Fondo dijo...

Me quedé pensando en el armario,
¡quién pudiera ver todos los disfraces!
Bueno... me voy a comer una manzanita, que me entró un hambre...
Un beso.

Gustab dijo...

jajajajajaajajajajjajajajajajaajajajjajajajajaja. y...?...jajajajajaja
bendita sean las mujeres, aúnque no halla costado ganarnos la vida con el sudor de la frente, y de otras partes tambien jajajajajaja