jueves, noviembre 23, 2006

a-cordes


Hay veces que no entiendo nada, que toda lógica parece escaparse de las manos, que crees que eres capaz de ponerte en la piel de alguien y sentir su alegría o su dolor. Y de pronto, una pregunta desmonta el puzzle que uno compuso certeramente sobre los demás. Acaso sea nuestra vanidad la que nos hace creer que somos reyes del mambo cuando apenas tropezamos con un monótono vals, tres por cuatro, tres por cuatro, ¡alehop!... Y vuelvo a sentirme como aquella vez que una niña de diez años me preguntaba: "¿tocas el piano?" y yo contestaba "No"; y ella insistía: "¿qué instrumento tocas?" y yo respondía que ninguno. Entonces me miraba asombrada y yo sé que aún sin decirlo pensaba: "¿y qué hace esta mujer dando clases de música?" y yo, tampoco le respondía porque era tan difícil hacerle entender que alguien sin nombre y sin cordura había mandado para sustituir a su profesora de música a una pobre filóloga sin melodía.

7 comentarios:

quantum dijo...

Por eso la lógica la pone, a su manera, la literatura, con sus propios acordes.
Besoblue.

Anónimo dijo...

sin melodia???
no hay nada sobre la tierra con más melodía y música que tus versos, que tu voz o tu mirada.
Enrique

Anónimo dijo...

Nunca es tarde para nada y mucho menos para un piano.

Besos en clave de sol.

Anónimo dijo...

Creo que voy a dar la nota, no se me ocurre nada.

Anónimo dijo...

De todos modos, somos nosotros los creadores de nuestras propias melodías. Que los demás las descubran... he ahí otro tema.-

Besotes.-

El detective amaestrado dijo...

Creo recordar que una vez pillaron a uno pensando en horas de trabajo en la Administración y le abrieron expediente...Sé bien de lo que hablo

Anónimo dijo...

Los niños con su insolencia y crueldad...No hay mejor instrumento que el alma de cada uno,la mirada de cada uno, las manos de cada uno...