Se apagan las luces. La vida se manifiesta. Mi vida. Mi minúscula vida. Mis imposturas. La vida cabe en un óvalo de un teatro perfecto. Luces rojas alumbran un camino de baldosas no amarillas. Estrellas rojas, roja sangre que aletea universos sobre un piano. Wim Mertens vuela, atrapa, abre mi corazón de hojalata. Nada hay tras mi corazón de hojalata. Apenas moqueta gastada, pasos de ida y vuelta en un teatro cualquiera. Nada ya. Nada.
Wim Mertens. Tourtour
Wim Mertens. Tourtour
5 comentarios:
Perdóname, pero tras tu corazón hay cientos. Quizá la hojalata guarde de la intemperie un órgano cálido lleno de suspiros, de anhelos y de momentos hermosos.
Mil besos, Lola.
Como casi siempre llego tarde....
Liton, tú nunca llegas tarde. Siempre me alegra verte por aquí donde siempre hay una butaca vacía que lleva tu nombre.
¡TOUCHÉ!....
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