domingo, noviembre 08, 2015

a-mantis



Nunca fue tan deseada
la crueldad aparente de mis labios
cuando tú eres
la víctima que se ofrenda
en un ritual tanto tiempo deseado.

Manos ajenas
rechazan juegos que no comprenden
porque sólo palpan los colores del abismo
desde lejos
y es boca de anatema
tu precipitarse en mis entrañas
mientras yo mastico
lentamente
tu nombre.

No entenderán que te des
a los brazos de esta a-mantis agnóstica y fiera
porque sólo en la piel del zángano
sabe más dulce la miel oscura.

Unos ojos acechan ávidos,
dispuestos a ejecutar
un postrer suspiro,
y saltas generoso

garganta adentro

en un acto
húmedo,
sublime

y último.





Nunca foi tan desexada
a crueldade aparente dos meus labios
cando ti es
a vítima que se ofrenda
nun ritual tanto tempo desexado.

Mans alleas
rexeitan xogos que non comprenden
porque só apalpan as cores do abismo
dende lonxe
e é boca de anatema
o teu precipitar nas miñas entrañas
mentres eu mastigo
lentamente
o teu nome.

Non entenderán que te deas
aos brazos desta a-mantis agnóstica e fera
pero só na pel do abázcaro
sabe máis doce o mel escuro.
Uns ollos que axexan ávidos,
dispostos a executar
un último suspiro,
e saltas xeneroso

gorxa dentro

nun acto
húmido,
sublime

e derradeiro.




(A ollada de Astarté, Ed. Espiral Maior, 2007)

Imagen: Aeric Meredith-Goujon


*Post reeditado

14 comentarios:

Anónimo dijo...

La pura pureza a veces dá miedo.

Un beso compungido.

ralero dijo...

Liturgia pagana en el altar de una pequeña muerte.

Abrazos suicidas.

Camille Stein dijo...

avidez exquisita del más húmedo suspiro...

bicos

Tanhäuser dijo...

¿Sabes una cosa? Ya hace casi tres años que nos conocemos en esta virtualidad y en todo este tiempo no has dejado de arrebatarme suspiros con tus letras.
Besos agradecidos.

Violeta dijo...

Quina meravella.

Petons.

PSYCOMORO dijo...

Sigues caminando en ese silencioso sendero que se ilumina con el recuerdo. Pienso mucho en lo que leo aquí, y ese silencio me acompaña de una manera cálida y cercana. Gracias por eso. Un beso.

Belén dijo...

Muchos querrán morir así...

Besicos

Pilar dijo...

Labios como espadas, siempre me gustó esa extraña sugerencia.
Muchos besos.
(me encanta tu bilingüismo)
Muasc

Anónimo dijo...

Divina... como siempre :)

Mixha Zizek dijo...

Excelente poema, un beso

@Igna-Nachodenoche dijo...

Duelen los dedos en los labios ajenos, mientras nos mordemos las uñas propias.
Bs.

Micaela dijo...

Una retirada larga para volver después con mayor energía. Un hermoso poema que muerde nuestra alma. Besos.

Ana di Zacco dijo...

Cuánto gira alrededor de ese último y sublime salto garganta adentro...

nocheoscura dijo...

Sigo leyendo poesía, sigo intentándolo.